Kershaw bajo la sombra de una nueva postemporada

            Desde su debut en el año 2008 a los veinte años de edad, Clayton Kershaw ha sido una de las figuras más famosas en el béisbol organizado y que mayor margen de ganancia le ha generado a MLB. Hoy en día, a pesar de jugar su 13era temporada en grandes ligas, su jersey #22 se ubica en el top 12 de las más vendidas por 8vo año consecutivo. 

            Con otra brillante temporada regular (de esas que ya nos tiene acostumbrados), Kershaw sobrepasó la cifra de 2.500 ponches en su carrera y continúa así dejando un legado en la organización de los Dodgers. Su efectividad en el cierre del mes de septiembre termina en 2.16 en 58.IP, siendo de esta forma considerado para obtener algunos votos para el premio Cy Young.

            Sin embargo, con los Dodgers de Los Ángeles al hilvanar el banderín del Oeste de la Liga Nacional por 8va vez, el zurdo deberá encarar uno de sus principales problemas a lo largo de su carrera como lanzador: La postemporada.

            Para nadie ha sido un secreto conocer que Clayton Kershaw no es el mismo lanzador de temporada regular a cuando entra en instancias de playoff, e incluso podriamos pensar que se trata de dos personas totalmente diferentes y sus números así lo avalan:

• Rècord de 9-11
• Efectividad de 4.43
• 158.1IP
• 78 ER

            Tras su última apariciòn ineficiente en la serie divisional ante los Nacionales de Washington en 2019, brindó unas declaraciones a la prensa donde fué muy franco consigo mismo:

 "Decepcionè totalmente a mis compañeros. Todo lo que la gente dice sobre los playoff es cierto. Lo entiendo y no hay nada que pueda hacer por los momentos, no voy a quedarme de brazos cruzados y me quedarè aquí para intentar luchar y competir de nuevo"

            No se pone en duda su calidad y alto potencial para posicionarse en la èlite de lanzadores en MLB, e incluso para compararse con nombres como el de Sandy Koufax dentro de una organizaciòn tan icònica como la de los Dodgers; pero a pocas horas de iniciar una nueva postemporada en las grandes ligas y ser nombrado como el abridor del segundo juego ante los Padres de San Diego, deberà dejar a un lado las sombras que lo han acompañado, para así ayudar al equipo de Los Ángeles alcanzar su primer anillo de Serie Mundial después de 32 años.